Carta a mis demonios:
Es bien sabido que son unos hijos de la chingada, que cuando se aburren se echan en algún rincón donde no puedan ser vistos para planear como jodereme la vida.
También sé que son mis perpetuos compañeros y me caga el mérito que se llevan por lo que hago o no, me caga aún más que solo me pelen cando escribo, saben cuanto me cuesta…
Hoy la neta se pasaron de verga (ah pinche lenguaje, ¿dónde se me habrá pegado? -venga el albur-).
No me lo esperaba, menos ella, pero ya la armaron y en grande, ahora vendrá el insomnio, la rabia y la tristeza, no puede faltar el puto orgullo para dificultar más las cosas (por que es ley de vida, que las cosas siempre pueden ponerse peor).
Yo creo que el pedo es que se sentían ignorados y solos, que la última vez que nos encontramos les encabrono perder tan gacho que planearon el boicot de hoy… hijos de la chingada ya me imagino su sonrisa de place, esta relación de compañeros - enemigos esta de la chingada.
Y para variar no será sólo hoy, se encargarán de despertar a la memoria y con ella las culpas… a todo esto, ¿por qué escribo? Puede que quiera una relación de esas chingonas, de cortesía y protocolo, como de películas caballeresca, ya saben, uno nunca se quiere sentir mundano (y aunque quisiera, no creo poder), en resumen, es pa´echarle cache y algo de humor a estos días.
Total, que comience la batalla, a apestar la casa de tabaco y llenar el piso de botellas vacías, sí, esto es nuevo, esta vez no quiero enfrentarlos con “clase y endereza”, mentémonos la madre y a ver que pasa, igual y hasta gano algo de su simpatía y una noche en la que ya estemos cansados nos embriagamos juntos…
Espero tarden en leer esta carta, así me dan chance de dormir un rato sin sus pinches murmullos, nah, para que me hago pendeja, son bien cabrones y se que después de esta vendrán un chingo…
(así queda, sin frase chingona ni mamadas de esas, total, ya nos conocemos bien)